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¡Qué bueno estar juntas!

Es lo primero que me viene al pensar en el fin de semana de encuentro de formación que tuvimos hace unos días en Los Molinos. Éramos 10 (para 9 ó 10 habitaciones, según se mire). Cada una de las personas que estaba me parece un regalo. Me quedo con la alegría compartida desde la llegada y con la ilusión por compartir... entre nosotras, con otros y con Él. También me quedo con algunos paseos o conversaciones "one to one" y con ese escuchar desde el corazón, al juntarnos todas, lo que Dios va tocando en y a través de cada una.  Agradecer a veces por poner palabras o abrir cosas nuevas. Y queriendo vivir desde la lógica del que ama sin límites, acoge sin límites, perdona sin límites y levanta sin límites.  Hablamos del perdón y la resiliencia, desde el carisma de Jesús-María, llevado a la vida. Se ha caído la palmera, señores? O no… Hoy me ha alegrado muchísimo ver cómo un niño de 4 años al que nunca había visto reírse y diría que ni hablar, estaba feliz, riendo y corriendo de a
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CONECTANDO... LA NAVIDAD CON LO COTIDIANO

Disfrutar en buena compañía porque te sientes en casa aunque sea la primera vez que estás. Descansar, parar, disfrutar de la naturaleza, del calor de la chimenea... todo cuidado y a nuestro favor para poder hacer silencio y estar atentas, esta vez con una invitación a pararnos para descubrir los ecos que la Navidad nos ha dejado para vivirlos en la vida cotidiana.  ¿Navidad? Precisamente porque parece que la Navidad pasó hace mucho, se nos queda lejos y ya estamos metidas en mil cosas. Hemos vivido las fiestas llenas de celebraciones, cenas y mucha vida social que son un regalo pero que a veces hacen que otras nos pasen más desapercibidas .   Estos días han sido una oportunidad para pararnos y volver la mirada a los regalos que nos hace todo un Dios encarnado en un niño pequeño. Y no son grandes cosas como a veces nos empeñamos en buscar. Regalos en lo sencillo, en lo cotidiano que le hablan a nuestra realidad tal como estamos y somos. Esas pequeñas cosas de nuestro día a día, algo apa

¡Te estaré siempre agradecida!

Tanto los días anteriores a los votos como ese mismo día, mucha gente me preguntó si estaba nerviosa. La verdad es que no he estado muy nerviosa. De hecho, el día de los votos, más allá de sentirme feliz, tenía una profunda paz y tranquilidad. Un regalo del Espíritu seguro. Y una parte de este regalo es sentirme en casa en esta gran familia que es Jesús-María y tanto amor y cariño recibido.  El día de los votos miraba tantos rostros conocidos que me han apoyado en distintos momentos de mi vida… sobre todo en el tiempo de noviciado. Me sentía tan llena, consciente de tanto crecimiento y descubrimiento, que la única cosa que pudiera hacer era sonreír y disfrutar del momento. Y puedo asegurar que lo disfruté, ¡fue un fiestón de verdad!  Gracias a todas y a cada una de vosotras que me habéis acompañado en la preparación para los votos y habéis estado conmigo ese día (presente o a través de la pantalla). Un día de profundo agradecimiento al Señor por tanto recibido a través de tantas querid

RE-INICIANDO... ‘ORACIONES ABIERTAS’

Un espacio abierto a quienes quieran compartir con nosotras la oración. El miércoles 18 de octubre iniciábamos los espacios de oraciones abiertas que este curso queremos seguir ofreciendo con una frecuencia mensual. Teniendo de fondo la celebración del día  del DOMUND y de la mano de los de Emaús (Lc 24, 13-35), la oración fue un momento de descanso y encuentro en el que recordamos que es Él quien nos conoce, quien nos llama y quien nos envía…  Descanso desde una invitación profunda a la confianza…  Encuentro con quienes después del verano ‘vuelven a casa’ y también felices de poder conocer y acoger a quienes por primera vez se acercan .  A unos y otros… ¡BIENVENIDOS Y GRACIAS!

An overwhelming sense of gratitude...

From my view out of the chapel window at the novitiate house, depending on the time of the year, I can watch the beauty of the sun rising in the morning and the different colors of the sun reflecting off the clouds in the evening as it sets. One recent evening as I was admiring the pinks, purples, and oranges in the clouds as the sun set, I began thinking in amazement of all of God’s creations throughout the world including in each one of us. In that moment felt an overwhelming sense of gratitude thinking of all the gifts I have received and all the different ways He is constantly walking with me. This gratitude is a gift I have been living more profoundly since experiencing the thirty-day Ignatian Spiritual Exercises, in the beauty of the mountains and valley of Loyola, Spain in February and March of this year. It was a time where I became more consciously aware of the unconditional and overflowing love and mercy God has for me and His invitation to me to live from His love. I ima

CREO EN LA RESURRECCIÓN

  Porque la alegría no hace desaparecer el dolor, ni la paciencia acorta los tiempos de espera. Porque la mansedumbre no anula la violencia, ni la paz apaga la inquietud que nos asalta. Porque el amor convive con el odio y la confianza sólo se abre paso a través de nuestros miedos. Porque la Resurrección convive con la muerte… en el mismo tiempo, en la misma hora, en la misma realidad, en nosotros, en mí. Porque la Vida se abre paso tímidamente y lo hace en medio de lo real, concreto e imperfecto. Porque quienes decimos ser Sus testigos nos equivocamos constantemente y es evidente la distancia entre lo que anunciamos y lo que vivimos. Y sin embargo… nuestros vacíos de llenan de sentido… en nuestros cansancios, encontramos Su descanso… en nuestra fragilidad, experimentamos Su fortaleza… en nuestras incertidumbres, nos ilumina Su palabra… en nuestras soledades, nos regala Encuentro… Porque nosotras seguimos siendo las mismas, y a los ojos de quien no

Este sabemos de dónde viene...

Esta mañana el evangelio me sorprendía cuando un nuevo detalle, en teoría conocido, se llenaba de nueva luz.  En realidad, me daba cuenta de que eso que me pasaba con el texto, me pasa también con excesiva frecuencia con las personas... a esa ya la conozco, ya sé cómo es, ya sé de qué pie cojea, ya sé por dónde van sus inquietudes... con ese ya no me la juego, ¡como si no supiera de lo que es capaz!  Una vez más una mirada corta, que se queda en el medio, en la apariencia, sin llegar a ver el corazón, lo que le mueve en su verdad más honda, lo que late deseando salir a la luz.  Y sentía que se llenaban de sentido las palabras que Pablo nos regala en sus cartas: te basta mi gracia, mi fuerza se realiza en tu debilidad (2Cor 12); llevamos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que lo que sucede no es por nosotros mismos (2Cor 4). Y una vez más la pregunta. ¿Qué es lo decisivo, de dónde viene o quién le envía? Y es que Él puede estar hablándonos de mil maneras en nuestro día a