Ir al contenido principal

SIN SABERLO...

Sin saberlo, me hago consciente de que he podido contagiar un virus que, para otros y para mí misma, puede ser mortal... y de corazón me sale pedir perdón... por mi resistencia a creer lo que otros (médicos y autoridades) me dicen, por ese orgullo que en tantos momentos reconozco en mí y me hace pensar que a mí no me va a pasar, como si mi humanidad fuera diferente de la de los demás.

Y me pregunto por tantos otros 'virus' como, sin saberlo, habré propagado en mi entorno causando soledad, sufrimiento, dolor y, de alguna manera 'pequeñas enfermedades y muertes'. El virus de la indiferencia, del desprecio, de la crítica, del egoísmo... 
Sí, ha sido sin querer y sin saber. Pero hoy me hago consciente de que eso no hace que el dolor, que el daño causado desaparezca. 
Por eso hoy le pido al Señor y te pido a ti, que me lees, que 'me perdones hasta setenta veces siete'. 

Y, como toda realidad es Misterio Pascual, le doy la vuelta a la moneda para dar gracias también hoy por tantas personas que, sin saberlo, han ido contagiándome virus de Vida. Me habéis contagiado de alegría, de sentido, de amistad, de sencillez, de cariño, de esperanza, ¡de fe!... 




Comentarios

  1. Estaba pensando... qué poner en cada uno de los textos que he leído. Ahora me doy cuenta que os quiero agradecer eso, la reflexión. Entonces se me han llenado los ojos de lágrimas... pienso en el bien que hacéis a los demás. Os quiero. Y... GRACIAS.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

¡Qué bueno estar juntas!

Es lo primero que me viene al pensar en el fin de semana de encuentro de formación que tuvimos hace unos días en Los Molinos. Éramos 10 (para 9 ó 10 habitaciones, según se mire). Cada una de las personas que estaba me parece un regalo. Me quedo con la alegría compartida desde la llegada y con la ilusión por compartir... entre nosotras, con otros y con Él. También me quedo con algunos paseos o conversaciones "one to one" y con ese escuchar desde el corazón, al juntarnos todas, lo que Dios va tocando en y a través de cada una.  Agradecer a veces por poner palabras o abrir cosas nuevas. Y queriendo vivir desde la lógica del que ama sin límites, acoge sin límites, perdona sin límites y levanta sin límites.  Hablamos del perdón y la resiliencia, desde el carisma de Jesús-María, llevado a la vida. Se ha caído la palmera, señores? O no… Hoy me ha alegrado muchísimo ver cómo un niño de 4 años al que nunca había visto reírse y diría que ni hablar, estaba feliz, riendo y corriendo de a...

NO QUERIENDO VIVIR SINO PARA TI

 Hace ya casi dos semanas, se me regaló poder hacer la profesión temporal en Jesús-María, y tengo que reconocer que me cuesta poner nombre a tantos sentimientos como en mí brotan; eso sí, los que priman son un profundo agradecimiento y una alegría honda, desde los que todos los demás van cobrando sentido.  En estos días, hacía memoria de mi llegada al noviciado y entre alguna que otra lágrima, no podía evitar sonreír en ese cruce de miradas y decirle “si es que Tú lo sabes todo… Una vez más, me has sorprendido”. Llegué al “noviciado” con una gran determinación regalada, de saberme y sentirme muy sostenida por Él y con una fuerte invitación a dejarme en sus manos. A pesar de ello, tenía miedo, ciertas reticencias y muchos prejuicios (me rondaba la idea de que iba a ser como vivir en una “burbuja” aislada del mundo… ¡qué equivocada estaba!). Este tiempo de noviciado ha sido un tiempo privilegiado de ir enraizando la vida en Él, de experimentar su amor incondicional por mí co...

¡Te estaré siempre agradecida!

Tanto los días anteriores a los votos como ese mismo día, mucha gente me preguntó si estaba nerviosa. La verdad es que no he estado muy nerviosa. De hecho, el día de los votos, más allá de sentirme feliz, tenía una profunda paz y tranquilidad. Un regalo del Espíritu seguro. Y una parte de este regalo es sentirme en casa en esta gran familia que es Jesús-María y tanto amor y cariño recibido.  El día de los votos miraba tantos rostros conocidos que me han apoyado en distintos momentos de mi vida… sobre todo en el tiempo de noviciado. Me sentía tan llena, consciente de tanto crecimiento y descubrimiento, que la única cosa que pudiera hacer era sonreír y disfrutar del momento. Y puedo asegurar que lo disfruté, ¡fue un fiestón de verdad!  Gracias a todas y a cada una de vosotras que me habéis acompañado en la preparación para los votos y habéis estado conmigo ese día (presente o a través de la pantalla). Un día de profundo agradecimiento al Señor por tanto recibido a través de tant...