Esperamos la llegada de los Magos de Oriente.
Esos personajes amigos y entrañables que nos recuerdan
que merece la pena ponerse en camino buscando LUZ y siendo LUZ. Que merece la pena creer...
Creer en la bondad de cada corazón,
creer en a magia que nace al pensar en los demás,
creer que hacer felices a los demás genera luz y vida,
creer que el mejor regalo son los detalles que brotan del corazón y van envueltos
de gratuidad y agradecimiento.
Ya llegan los REYES magos de Oriente, los de verdad.
Esa verdad que hacemos realidad cada año:
.Cada vez que piensas en lo que al otro le ilusiona.
.Cada vez que iluminas unos ojos con una sonrisa o una palabra de aliento y esperanza.
.Cada vez que dejas de tener algo para compartirlo con los que menos tienen.
.Cada vez que abrazamos de corazón y decimos: "te quiero", con palabras o con gestos.
.Cada vez que nos ilusionamos con pequeños detalles y sorpresas.
.Cada vez que sigues una estrellas, pones estrellas en el camino, reconoces una estrella o te haces tú estrella que ilumina el camino.
Qué suerte tener esta historia para inspirarnos.
Hoy también hay MAGOS de Oriente que se ponen en camino buscando la verdad, siguiendo la luz débil y tintineante del deseo en su interior, que sin certezas les anima a ponerse en camino y confiar.
Están camuflados, pero son fáciles de descubrir,
¿eres uno de ellos/ellas?:
¿Contemplas el horizonte y eres capaz de descubrir la fuerza de lo pequeño?
¿Te alegras con la alegría de los demás?¿disfrutas haciendo el bien?
¿tu corazón generoso te anima a dar, regalar, valorar, acoger?
Si hay ago de esto en ti, es que has descubierto la gran Noticia:
EL AMOR es el motor del mundo.
Cada hombre y mujer, niño y jóven merece ser querido, porque sí,
porque Dios los ama. A cada uno,
No olvidemos el mensaje provocador de la Navidad...
Y ante la grandeza de Dios en ese niño pequeño y necesitamos decir de corazón:
tu ternura nos conmueva,
tu llanto nos despierte,
tu presencia nos comprometa,
tu silencio nos consuele,
tu sencillez nos haga libres,
tu mirada nos de paz.
¡renovanos la esperanza!
Y ahora, sé tu un Rey Mago en tu realidad: regala, ama, sorprende, acoge, busca, perdona,...
Ya verás como miles de estrellas siguen naciendo.
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