TU ABRAZO, tan deseado y tan temido, tan esperado y tan sorprendente. Por fin ha llegado, cuando nada esperaba, al acabar una oración y pronunciar tu Nombre: ¡¡PADRE!! Sin más pretensiones, sin más preparación, quizás por eso Tú te has lanzado al corazón desprogramado, al corazón libre y despreocupado, al corazón limpio y débil que no es más, que no aparenta, que no busca conseguir, ni atrapar... que ES y espera... En medio de la serenidad de un corazón que se siente pequeño, pero amado y comprendido, Tú has llegado. Como una ola que arrasa todo miedo, como una luz que borra toda oscuridad, como una lluvia fresca que despeja y hace renacer, como una certeza que nos deja desnudos pero confiados. Tu abrazo Padre, tu abrazo no esperado pero deseado, me ha dejado sin palabras, en SILENCIO... Silencio habitado, habitado por el AMOR que no necesita palabras para que entendamos lo que es, y hacia dónde nos lleva. Silencio que me ha llenado el interior ...
Noviciado de las Religiosas de Jesús-María (España) noviciadojm@gmail.com