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CON MARÍA EN EL DOLOR

Esta mañana caía en la cuenta de por qué hoy se celebra en toda la iglesia el 'Viernes de Dolores'. Seguro que todos lo sabéis, pero siento necesidad de compartir este descubrimiento tardío. 
Caigo en la cuenta de que la invitación es a contemplar el mismo Misterio que, en toda su crudeza, retomaremos el Viernes Santo. Ese día tendremos los ojos fijos en el Señor crucificado... y en tantos crucificados de nuestro mundo. Una semana antes, miramos a María, contemplamos el dolor de la madre.
Junto al Hijo, sencillamente está. Permanece en pie, porque el amor es más fuerte que el dolor. Experimenta el desconcierto, la impotencia, la injusticia... y, como tantas veces, guarda en el corazón. Mira al Hijo y sus palabras son de consuelo... Mira al Padre y su oración se llena de preguntas sin respuestas, de memorias y promesas. Soledad, abandono, golpes, heridas, burlas... ¿es necesario tanto dolor Padre?, ¿es justo? 
El sentido se nubla, el amor quiebra las fuerzas por el dolor y es la esperanza la que sostiene en medio de la noche. La madre espera lo que no ve, espera cuando todos los demás desesperan, espera porque en el fondo, no puede dudar que la vida de su hijo ha tenido sentido, porque no puede dudar del Padre y de su Amor. María no sabe bien qué espera, pero sabe que lo que está sucediendo no es el final. 
Y hoy, junto a María, contemplo a tantas madres, a tantas hijas e hijos, a tantas hermanas y hermanos que se detienen en las puertas de los hospitales para dejar a quienes tanto quieren. Contemplo su deseo de permanecer junto a ellos y la angustia de no poder hacerlo más que en la distancia. Contemplo sus dudas, sus preguntas, su impotencia... y en cada una de ellas, en cada uno de ellos, hoy, contemplo el dolor y el consuelo de María. 
Hoy nuestra oración quiere alcanzaros a vosotros que acompañáis el dolor y permanecéis en pie junto a Él. Hoy pedimos para vosotros que el dolor no sea más fuerte que el amor; pedimos el consuelo, la fortaleza y la esperanza. 
Y a la vez, damos gracias por vosotros, porque estamos convencidas de que vuestros familiares y amigos os están sintiendo cerca, os están viendo junto a ellos y eso les sostiene.     

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