Tal día como hoy, Claudina y sus primeras compañeras, recibieron el regalo de consagrar sus vidas al Señor.
Tal día como hoy, nosotras, en nuestras comunidades, renovamos nuestra consagración juntas y nos sentimos convocadas por Él y enviadas en Su Nombre allí donde estamos.
Hoy resuena la pregunta que muchos niños y adolescentes, jóvenes y familiares nos hacen con frecuencia... ¿para qué?, ¿qué necesidad hay de complicarse tanto la vida?, ¿no puedes hacer lo mismo siendo laica?
Y somos conscientes que, desde nuestras lógicas, no hay respuestas. Y somos conscientes que lo que vivimos tiene mucho de Misterio y de locura; de intuición y de pasión por el Señor y por todo lo suyo, que sólo la vida va confirmado.
Quizá no es cuestión de hacer, sino de dar respuesta con todo nuestro ser a la Bondad misericordiosa de Dios que hemos experimentado en nuestra vida. Quizá no es cuestión tanto de razón, sino de corazón.
Y desde luego, no es cuestión de fuerza, sino que es en nuestra debilidad, en nuestros momentos de mayor flaqueza, donde experimentamos con más fuerza el abrazo de Dios, la fidelidad de su confianza en nosotras y el impulso de su gracia que nos trasciende.
Hoy nos unimos para pedirle al Señor, de quien todo lo recibimos, que nos siga llamando e impulsando cada día a vivir con pasión y alegría la misión a la que nos envía.
Y somos conscientes que, desde nuestras lógicas, no hay respuestas. Y somos conscientes que lo que vivimos tiene mucho de Misterio y de locura; de intuición y de pasión por el Señor y por todo lo suyo, que sólo la vida va confirmado.
Quizá no es cuestión de hacer, sino de dar respuesta con todo nuestro ser a la Bondad misericordiosa de Dios que hemos experimentado en nuestra vida. Quizá no es cuestión tanto de razón, sino de corazón.
Y desde luego, no es cuestión de fuerza, sino que es en nuestra debilidad, en nuestros momentos de mayor flaqueza, donde experimentamos con más fuerza el abrazo de Dios, la fidelidad de su confianza en nosotras y el impulso de su gracia que nos trasciende.
Hoy nos unimos para pedirle al Señor, de quien todo lo recibimos, que nos siga llamando e impulsando cada día a vivir con pasión y alegría la misión a la que nos envía.
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